Christine Digest y algunas cosas más

En éstos días de verano algunas sorprendentes lecturas. Primero, Ellison. No lo conocía y me ha impactado "No tengo boca... y quiero gritar". Relato excelente y de absoluta vigencia dado que fue escrito en 1967.




En el relato se cuenta cómo una computadora -AM- toma consciencia de sí misma y decide acabar con la raza humana mediante un holocausto nuclear, rescatando únicamente a cinco personas, cuatro hombres y una mujer. Los mantendrá con vida y presos en un laberíntico bunker sólo para torturarlos como venganza contra la humanidad por haberla creado.
Los cinco humanos se ven condenados a una existencia horrible: AM les dota de vida inmortal, los alimenta con comida horrible, envia criaturas horribles para que los atormenten y evita con su poder que puedan suicidarse para dar fin al sufrimiento al que los somete.




Releyendo a Odysseo Elytis, el poema más bello sobre la guerra que jamás he leído ni creo leer nunca. Un fragmento de "Canto heroico y fúnebre por el subteniente caído en Albania":



Ahora yace sobre el capote chamuscado,
con un viento detenido en los cabellos tranquilos,
con un trozo de olvido en la oreja izquierda.
Se parece a un jardín del que huyeron de pronto los pájaros,
Se parece a una canción a la que amordazaron en las sombras,
Se parece un reloj de ángel que se paró.
Apenas —“adios, camaradas”— dijo con sus ojos.
Y la incertidumbre se ha hecho mármol.
Yace sobre el capote chamuscado,
Negros siglos, a su alrededor,
ladran con esqueletos de perros al silencio terrible.
Y las horas, que se han vuelto palomas de piedra,
escuchan con atención.
Pero ardió la sonrisa, pero ensordeció la tierra,
Pero nadie oyó el último grito.
El universo entero se ha vaciado con el último grito.
Al pie de cinco cedros,
sin otros cirios,
yace sobre el capote chamuscado.
abandonado el casco, enfangada la sangre.
A su flanco, el brazo mutilado
y entre las cejas,
un pequeño, amargo manantial, la huella del destino.
Un pequeño, amargo manantial rojinegro.
¡Manantial donde el recuerdo se congela!
¡Oh, no contempléis, oh no contempléis a dónde,
a dónde huyó su vida. No digais que,
no digáis que el humo de su sueño subió arriba.





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Christine Digest



Siempre me han fascinado los zines. En éstos días estoy creando -por fin- un e-zine, donde vuelco mis obsesiones -algunas de ellas-: reseñas, algún artículo de series de TV, algún relato, recortes, palabras (cryptic crosswords). La idea inicial es publicar uno por estación, por lo que espero tener pronto el primero antes de marzo.





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