Octubre, octubre

Hoy un texto de Alfonsina Storni me dio una cachetada.

Digamos que era un día anodino, como otros, en los cuales no hay había lugar para la maravilla.

Pero éste texto me devolvió a mi lugar, a mi equilibrio, a un paisaje que a veces pierdo, y que amo recuperar, a través de palabras de otros cuando yo no puedo pronunciarlas ni escribirlas.

 “La mayor dificultad para mí ha sido la de tener que hacer frente a la vida de un modo tenaz, lo que me ha llevado un tiempo precioso, que yo desearía para aumentar mi cultura y producir, pues tengo escasa resistencia física para toda clase de trabajo, y mi emotividad, que es muy grande, es como el lastre de mi energía. Mi carácter, poco dado a la adulación y a las habilidades políticas menores, ha sido, en este sentido, el más grande enemigo mío. Yo sé perfectamente que carezco del don de crear formas, y no es porque no sepa cómo se crean, sino porque me repugna crearlas. Y así he vivido y vivo como un cardo al viento, sin nada que me resguarde. Muy malo es esto en un medio que vive de apariencias. (…) Muchas dificultades me ha creado en la vida la sencillez, que mi dignidad contradice. Porque el que me veía tan sencilla no podía sospechar el profundo orgullo que como ser humano alimento, y que no ha querido inclinarse a crear formas. Pero, ¿qué formas iba a crear si, para mí, la forma más alta es la de la naturalidad de las cosas? Sólo grandes intereses pudieron moverme, intereses que no tengo en ningún sentido, pues lo que me parece verdaderamente reverenciable, el heroísmo, todavía no ha querido tocarme la frente, como yo quisiera que me tocase.”
ALFONSINA STORNI
Revista El Hogar, 11 de septiembre de 1931. El reportaje fue realizado por Pedro Alcázar Civit, titulado: “Alfonsina Storni, que ha debido vivir como un varón, reclama para sí una moral de varón”.

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