Restitución del amor

 






Creo que no hay nada más lindo que dar poesía en la escuela. Este año, tomé algunos poemas musicalizados y canciones para que los niños se sintieran atraídos por el Género Lírico. "El poeta dice la verdad", poema de Federico García Lorca musicalizado por La Trampa, "La piragua" de los Wawanco, "El mangangá amarillo" de Ruben Lena, "El arriero va" de Atahualpa Yupanqui por los Divididos, "No cambies" tocado por Zero, con letra original de INXS, "Nothing else matters" de Metallica, "La leyenda del hada y el mago" de Ratablanca... 

Las posibilidades que abre el lenguaje poético a los alumnos es insuperable, la polisemia que ofrecen algunas palabras, el sentido figurado, la reflexión que provocan algunos versos, la incitación a buscar más allá de lo que está escrito para indagar los porqués. Un solo verso nos ha ocupado casi todo un taller, porque en la poesía no hay soluciones, sino búsqueda, no hay respuestas, sino preguntas. 

Por qué el mangangá amarillo va al monte a buscar un ventilador, si el séptimo sello se abrió, si las flores pueden ser asesinadas, quién será el temible Pedro Albundia, o qué color es el color majagua son cuestiones que pueden ser pensadas, y sentidas. Las hipótesis formuladas por los niños en torno a las letras, la curiosidad y la sensibilidad a flor de piel me hace pensar que la poesía es la forma más adecuada de acercar a los niños a la literatura.

Lo más interesante, sin embargo, es el deseo de saber más, de que el taller no se termine, de que el poema trabajado no se vaya, que podamos seguir atravesando los versos para llenarnos de belleza.







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