A propósito de Frankestein

Comparto un poema que escribí hace muchos años dedicado a Mary Shelley y publicado en Star Line N° 18: "Obsolescencia programada de los prodigios"
El vidrio se hizo añicos
prometiste tigres
no alas de mariposa inertes
los mundos han cerrado
por un momento.
Entre las persianas de pálida luz
se adivinan tus lágrimas
los pantanos exteriores
no se detienen
y es lo justo.
Por supuesto, la Luna la acompaña
y nosotros,
sus favoritos monstruos para siempre,
¿quién cerrará sus ojos cada noche
cuando los pensamientos funestos
invadan su cuerpo
tormentoso como el fuego?
Levántese,
el soberbio Golem
la necesita
y ¿qué pasará con los otros huérfanos?
simplemente no entienden
lo que le atribuyeron parte de sus detractores.
Uno de sus hijos
el más famoso
la necesita también
bajo la piel cerosa
su corazón late
vivo
¿Qué le diremos a él?
Alguien llora en el rincón más oscuro
con la esperanza de que lo alimenten
sus ojos sin vida
sus manos
no tienen descanso.
¿A dónde se ha ido?
vuelva, por favor
céfiros giran en las estancia inhóspitas
en torno al resplandor de velas
que dentro de usted
crece junto a las sombras.
Uno grita
usted sabe quién es
su alma es impura
un dolor terrible
lo aprieta desde su creación
como a usted misma.
Venga.
Luces y bites
su criatura está loca
¡desea verla despierta!
su fiel compañera
está aquí
y dice que puede esperar.
Aviones en el mar
copos de oxhyrincus
lágrimas de sangre
los mundos han cerrado
un instante.
Sibilas y adivinos
druidas posmodernas
científicos poetas
algunos sacerdotes de nuevas iglesias
capillas de la señora futura lotería
el editor del suplemento dominical del horóscopo
espera que se levante.
Vuelva,
antes de la última curva de la luz.


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