La vida otra vez
Primer día del año. Acabo de levantarme de la siesta. Un amigo muy querido regresó a Sergipe, su ciudad natal. Entregué la tesis que demoré siete años en escribir y los cursos de la maestría. Mis tres hijos estudian y son personas conscientes y sensibles. Budín respira a mi lado. Acabo de hacer un bizcochuelo y el aroma flota en el aire. Recién llovió, una bomba de agua repentina y poderosa. El año pasado, ayer, rompí con una pareja y conocí a un hombre maravilloso, al cual espero poder seguir amando. Algo suena en Babel, una flauta dulce, dulcísima.
Feliz año nuevo.
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